¿Pero qué se creen?

Estoy seriamente preocupado. Parece que algunos de nuestros más encumbrados dirigentes autonómicos y nacionales tienen un muy particular concepto de lo que es la participación ciudadana en la vida social y política de nuestro país. Quizá habría que recordarles que el protagonismo de la ciudadanía no se reduce a una votación cada cuatro años y que esa consulta no significa que una vez emitido el voto debamos olvidarnos del día a día. No solo no debemos sino que no podemos.

Deberían comprender que no son una casta elegida, que no son delegados de los dioses en la tierra, que gracias a la evolución democrática de nuestro país y a su ubicación geográfica, estamos en otra cosa. Deberían entender que su gestión es fiscalizable porque están para servir al bien público, están para dirigir los intereses de quienes les pusieron allí. Uno tiene la impresión de que una vez se sientan sus señorías en los escaños o reciben las carteras ministeriales asignadas, piensan que ya han conseguido el objetivo, que su éxito personal por fin es una realidad…Y no.

No es así, el éxito reside en que los ciudadanos se encuentren reconfortados, reflejados en el espejo de sus representantes. De cada uno y de todos los representantes. Los ciudadanos exigimos ese comportamiento porque nuestras instituciones no son más que instrumentos al servicio de la sociedad y no al revés.

Y explico esto al hilo de comentarios provenientes de algunos políticos de los que se desprende un cierto resquemor hacia la participación ciudadana en las calles. Como si de una sinécdoque se tratara, toman algunos ejemplos limitados y escasos para intentar convencernos de que las manifestaciones populares son cosa de cuatro indocumentados. ¿No entienden que haya abuelos en las manifestaciones de los estudiantes? Si es lo más natural del mundo porque piensan en el futuro de los que vendrán, de sus nietos.

Y yo les digo que ya está bien. Ya está bien de tomarnos por carne de urna, ya está bien de querer hacernos más ingenuos de lo que realmente somos. Son tantos y tantos los discursos alterados en el tiempo, modificados según conveniencia, negados a pesar de pruebas evidentes. Son tantos los casos de mala gestión, de utilización indebida de recursos públicos, de enchufismo, de malversación, de engaños. Son tantas las tropelías que no pueden pedir que nadie se mueva. No pueden pedirnos que cerremos los ojos ante la quiebra del sistema financiero español, no pueden pedirnos que pasemos de las futuras generaciones y dejemos sin recursos la educación, no pueden pedirnos sacrificios cuando muchos de ellos no los hacen, no pueden pedirnos seriedad y comprensión ante tantas y tantas actitudes circenses.

Es inaudito que Sindicatos y partidos políticos no den un paso adelante en una verdadera regeneración democrática consistente en un análisis profundo de comportamientos y valores. Es increíble que no sientan ni una décima parte de la vergüenza ajena que me producen a mí como ciudadano. Seguimos teniendo más de lo mismo...es decir...más de y tu más...

Yo estaré en esas manifestaciones y cumpliendo estrictamente la legalidad. Pero no intenten amedrentarme intentando confundirme y queriendome convencer de que solo estaré entre algunos alborotadores. Yo estaré porque es mi derecho, es mi obligación como ciudadano. Como lo es la suya proteger el futuro de nuestros hijos, dejando de pensar a corto plazo y siendo más imaginativos.

Y ahora, ¿Quiénes son los responsables del fiasco Bankia? ¿Quiénes son los responsables de que no se haya tomado medidas antes contra la crisis económica? ¿Quiénes son los responsables de que en la CV tengamos un déficit tan elevado? ¿Quiénes son los responsables de tantos y tantos dispendios en una política de grandes eventos absolutamente descontrolada? ¿Quiénes son los responsables del despilfarro en las duplicidades de la administración pública? ¿Quiénes son los responsables de que los municipios estén absolutamente endeudados más allá de lo razonable? ¿Quien ha destrozado nuestras costas con centenares y centenares de horribles esperpentos urbanisticos? ¿Dónde está José Luis Zapatero? ¿Dónde está Francisco Camps? ¿Dónde esté Elena Salgado? ¿Dónde está Eduardo Zaplana?...búsquenlos y si los encuentran en peor situación económica o profesional que el resto de sus conciudadanos…les devuelvo la diferencia.