VOTAR POR ILUSION

Es curioso, el otro día hablaba con una persona afiliada a un partido diferente al mío que me comentaba lo mucho que estaban trabajando para acercarse al ciudadano y “conseguir” convencerle para obtener su voto. Me quedé un poco perplejo porque además se trata de un partido de los conservadores, no voy a decir cual es, pero si os doy una pista, se trata de que elijáis entre el PPCV o el PSPV.
Su comentario, de lo más inocente, me llevó a recordar mi propia experiencia en UPyD desde que nos constituimos como partido incomodo. Porque eso si que lo somos, auténticamente incómodos. Y la verdad, cuanto más incómodos más se nos reconoce entre la ciudadanía.
En la última cita electoral importante, la de las elecciones de los euro-parlamentarios, nuestra vivencia en la calle, cuando intentábamos darnos a conocer como alternativa, nos hizo comprender que había una carencia inmensa de ilusión entre los ciudadanos.
Nos acercábamos con nuestro folleto y mientras lo entregábamos podíamos detectar en las miradas de los receptores, un hastío inmenso, una pena indescriptible pero sobre todo una falta de ilusión terrible.
El problema ya no era que nuestro mensaje les convenciera más o menos, o que nuestro eslogan les pareciese atractivo o convincente, el problema era que ni siquiera se les veía el más mínimo interés por leer su contenido.
Y es que la ilusión se ha roto, la esperanza de que un día la ciudadanía recupere interés por la vida pública está lejos. Y es normal, solo pensamos en los ciudadanos cuando necesitamos sus votos. Da la casualidad que las promesas de los partidos, en general, siempre se van a cumplir al día siguiente de las elecciones.

Así, nos encontramos con la paradoja de que el PPCV que lleva en el gobierno valenciano desde la época de los romanos, todavía tenga arrestos para decirnos que el 23 de mayo solucionará un cúmulo de cosas de las que ni siquiera se ha ocupado hasta ahora o de las que se ha ocupado de modo tan lamentable que nos da pavor su resultado.

Pero no hay problema, si les votamos, el 23 de mayo lo solucionarán todo. Mentira.

Y qué decir de la oposición en nuestras Corts, porque aunque no se hayan dado cuenta, existe una oposición, que yo asimilaría perfectamente al río Guadiana, una oposición que aparece en periodo electoral y desparece a lo largo de la legislatura.

Lo que desde luego hace falta es que el ciudadano se de cuenta de que hay otras opciones, opciones que tienen muchas dificultades en darse a conocer, enclaustradas entre los barrotes de la censura mediática, tergiversadas por el interés espurio de unos cuantos, y entre ellas UPyD.
Hoy somos los únicos en el marco político español que podemos decir en voz alta que defendemos nuestras ideas donde sea y de modo univoco, que rechazamos el doble mensaje político de aquellos que lo modifican según quien esté escuchando, que creemos en la ciudadanía libre de cadenas mediáticas, que pensamos que la educación debe serlo en libertad y no una herramienta contra la libertad, que la justicia debe ser justa, rápida e independiente y no un lodazal en el que quieren convertirla los grandes partidos, que los políticos deben servir al bien público y no servirse de él y tantas y tantas otras cosas tan incomodas de oír para algunos de nuestros próceres representantes políticos.

Podría entenderse perfectamente este escrito como una solicitud de voto para UPyD, pero de verdad, de todo corazón, estoy solicitando el voto para el ciudadano, para que vuelva a respirar, para que se dé el milagro de que UPyD pueda entrar fuerte en las instituciones, para que podamos demostrar que las cosas se pueden hacer de otro modo, con ilusión, con honestidad y pensando únicamente en el bien común. Con el único objetivo de devolver la confianza al ciudadano con respecto a sus instituciones publicas, tan maltrechas después de tanto bipartidismo inútil.

Somos la alternativa necesaria, no lo dudéis. Pensadlo bien el 22 de mayo, hay otros modos, existen otras posibilidades, no todo se resume a lo menos malo. Podemos darle una oportunidad al aire fresco.