Rindiéndonos a la evidencia, estos días van a ser más que nunca, días europeos. Todas las organizaciones políticas vamos a competir ante la ciudadanía con el objetivo de obtener un máximo posible de votos. Como siempre, al llegar esta particular contienda electoral, el gran enemigo es la abstención y hacemos como que no lo entendemos. Vestimos nuestra sorpresa de comentarios que podríamos calificar, como mínimo, de enormes tópicos. Que sí Europa y sus instituciones son esenciales. Que si el 80% de la legislación que se elabora en los estados miembro emana de las directivas europeas. Que si debemos ser conscientes de que en Europa es donde realmente se ejerce un cierto rol mundial y en fin, muchos más argumentos de carácter profundo y serio. Es como si de la noche a la mañana, nuestros gobernantes y el principal partido de la oposición, se dieran un pequeño respiro en el rifirrafe diario de la política nacional y quisieran invitar a todos los ciudadanos a un ejercicio de amnesia colectiva combinado con un cóctel de edulcorados mensajes políticos que a estas alturas ya resultan absolutamente insultantes, especialmente para la inteligencia de todos los ciudadanos. Porque lo realmente grave es que tras esta batería de misiles propagandísticos que se lanzan ambos grandes y vetustos partidos, no hay nada nuevo. Una cosa se mantiene y es su cotidiana incoherencia. La absoluta contradicción entre lo que dicen y lo que hacen. Y nada mejor que fijarse en algunas decisiones como por ejemplo a quien envían como parlamentarios a las instituciones europeas. Qué acciones ha puesto en marcha el Partido Popular a lo largo de la legislatura para explicar suficientemente el rol que desempeña Europa en nuestra política nacional, qué ha hecho el Partido Socialista para trasladar a los ciudadanos la política que su grupo , en teoría, desarrolla en las instituciones europeas, etc. ¿Alguien nos ha explicado la importancia del apoyo económico y social europeo más allá de simples banalidades? Cómo nos han ayudado en el desarrollo de las infraestructuras y vías de comunicación, en la defensa y progreso en materia social, en la protección de los más débiles, en la política de seguridad, en la cooperación en momentos de catástrofes naturales, etc. ¿Alguien se ha molestado en explicar a nuestros jóvenes que por encima de muchas otras cosas está nuestra esencia europea? ¿Cuál de nuestros sucesivos gobiernos democráticos se ha centrado en trasladar a las nuevas generaciones la esencia del europeísmo? Yo diría que más bien al contrario, se ha fomentado el localismo, lo particular, lo diferente, lo mío frente a lo tuyo… y ahora nos sorprendemos…puro cinismo. Podría citar muchísimos ejemplos de porque nosotros, en UPyD, sí creemos en las instituciones europeas, frente a otros que solo las utilizan como excusa para acumular más poder. Pero solo mencionaré dos datos y terminaré con esto. En primer lugar, ruego una lectura del programa electoral de UPyD en cuanto a Europa. No es un punto más, es uno de los ejes principales de nuestra actividad y objetivo político. Y no es de ahora…lo llevamos desde nuestro nacimiento como partido. Y en segundo lugar, me permito recomendar a quien lea este pequeño articulo, se tome la molestia de comparar los perfiles profesionales de por ejemplo, los 10 primeros candidatos de cada formación política que concurre a estas elecciones y saque sus propias conclusiones sobre quien considera más importante el trabajo a realizar allí. Qué organización política opta por la diversificación profesional, por la máxima preparación en los diferentes campos del conocimiento y sobre todo, por personas identificadas con la ciudadanía. La abstención se combate con actitudes ciertas, con acciones coherentes y apostando realmente por Europa. No solo con campañas de 15 días en cada envite electoral.
