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sábado, 16 de julio de 2011

EL VOTO QUE ASESINÓ A MONTESQUIEU

A pesar de ser por mí mismo un votante empedernido y haber ejercido ese derecho como ciudadano en todas las convocatorias electorales de nuestra reciente democracia.
A pesar de haber sido asiduo de largas y extensas sobremesas y sobrecenas, discutiendo con amigos y familiares sobre la importancia de ejercer el voto ante posiciones, digamos, menos participativas.
Tras leer las últimas declaraciones de la portavoz del gobierno valenciano, Lola Johnson, con respecto al “caso de los trajes”, por un momento, me han flaqueado las fuerzas porque he entendido y creo que correctamente, que la señora Johnson ha utilizado los votos de algunos valencianos para intentar justificar los supuestos desmanes del President Camps.
Es decir, entiende que los valencianos no comparten la decisión del juez Flors porque votaron mayoritariamente al señor Camps en las elecciones a la Presidencia de la muy noble Generalitat. Hoy, un poco menos noble, teniendo al frente de la misma a una persona envuelta al menos, en dudosos asuntos.
Debo ser muy despistado porque cuando fui a votar no leí en mi papeleta por ningún lado, algo así como “si usted vota al señor Camps está exculpándole y declarándole inocente de cualquier desmadre textil”.
No sé si ponerme a llorar o reírme a mandíbula batiente. Porque no sé qué es más grave, si el desconocimiento de la portavoz de lo que son los pilares básicos del sistema democrático y por tanto, no tener ningún tipo de complejo al arrollarlos cual locomotora o el hecho de que nos considere a los votantes como una especie de tontos útiles de aprovechamiento para usar y tirar.
Seguramente, debe ser más lo segundo que lo primero, porque viniendo como viene la portavoz, del órgano vocero del gobierno valenciano, que no es otro que Canal 9, está muy acostumbrada a utilizar cualquier medio posible para difundir el error y crear la confusión , cuando no, ignorar la pura realidad.
Y no hay más que analizar someramente sus declaraciones y podremos ver claramente con que facilidad ha proyectado absolutas mentiras.
En primer lugar, no todos los valencianos votamos al señor Camps.
En segundo lugar, estoy seguro de que no todos los valencianos que votaron al señor Camps sonríen complacientes ante este tipo de actitudes chulescas y corruptas.
En tercer lugar, que el señor Camps sea President es el resultado de la voluntad popular expresada mayoritariamente por medio del voto pero esto no tiene nada que ver con la independencia que debería existir entre los tres pilares fundamentales de la democracia. Porque señora Johnson, el poder judicial no debería depender ni del poder ejecutivo ni del legislativo. Aunque sé que ustedes, esto, no lo comparten. Pero es así, la higiene democrática así lo exige. Y por tanto, le agradecería tremendamente que no me hiciese pasar a mí y a otros miles de votantes por personas del género entupido que pueden confundir una imputación con una elección. Sí, es verdad, ambas terminan en on…
Pero la justicia debe seguir su camino, digan lo que digan las urnas.
Mucha pena, me da mucha pena, que quiera confundirnos con sandeces tan grandes, lo peor es que si lo hace es porque debe considerarnos realmente, como decía al principio, unos tontos votantes útiles.
Así pues, seguiré votando porque Montesquieu se lo merece y porque nadie está por encima de la ley ni de la justicia…ni siquiera el supuesto voto asesino.Ni siquiera Ustedes.

martes, 5 de julio de 2011

ESTO LE DIJO ROSA DIEZ EN EL PARLAMENTO A R. ZAPATERO

Tras siete años al frente del Gobierno nos deja usted el país en situación de emergencia. Todo está peor que hace un año, cuando hicimos el penúltimo debate de su era: el diferencial de la deuda, el déficit público, el paro, los hogares sin ningún tipo de prestación, el salario medio y su comparación con Europa, la educación, las prestaciones por dependencia, el número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza, la inflación, la desigualdad (10% de población más rico, dueño del 40% de la riqueza), la falta de crédito, la crisis inmobiliaria, la morosidad de las administraciones, la economía sumergida…

Desde el punto de vista político la cosa es aún peor. Además de que usted ha seguido desmantelando el Estado para poder seguir unos meses más en la Moncloa (le recuerdo sus dos últimas hazañas: ruptura de la Caja común de la Seguridad Social y quiebra del marco nacional de relaciones laborales), hoy tenemos a los testaferros de ETA en las instituciones. Unos magistrados del TC tutelados por ustedes, so pretexto de proteger el ejercicio de un derecho fundamental a un partido que el Supremo probó que formaba parte de la estrategia de ETA, le ha negado ese derecho a la mayoría de los ciudadanos. La consecuencia no puede ser más desoladora: ya hay bajas democráticas, ya hay concejales que han dimitido ante la presión; ya desaparecen los símbolos del orden constitucional de las instituciones vascas; ya se jalean a los terroristas en las calles; ya se empieza a escribir el relato perverso en el que los terroristas y las victimas son iguales. Hago mía la denuncia de Rubén Múgica y el último párrafo de la carta que le envió: “Los responsables tenéis nombre y apellido. El principal responsable eres tú, y no habrá días en el calendario para perdonar lo que has hecho”.

Como venimos diciendo desde hace tres años, lo que está en quiebra en España es la política. Ha llegado la hora de reconocer que no hay solución a la crisis económica y de modelo productivo de España si no abordamos la reforma del modelo de Estado. Es preciso que este modelo territorial del Estado llamado autonómico, de naturaleza federal, supere su provisionalidad y la indefinición mediante una reforma constitucional que configure un Estado central fuerte con competencias exclusivas y unas Comunidades Autónomas con sus propias competencias y capacidad legislativa claramente definida; un modelo de Estado que garantice la igualdad y la libertad de todos los españoles.



España tiene remedio; pero la solución no consiste en distribuir mal y sin equidad los sacrificios a los que obligue la crisis, sino en afrontar las grandes reformas políticas que son necesarias y urgentes y que cada vez solicitan más ciudadanos. Estas son nuestras propuestas:

1. Reforma de la Constitución para definir con claridad la lista de competencias de cada entidad territorial, los instrumentos de cooperación, coordinación y solidaridad, así como las reglas de financiación coherentes con el reparto competencial establecido.

2. Reforma de la Ley Electoral General para garantizar la igualdad del voto de los ciudadanos y para superar el bipartidismo obligatorio e imperfecto inducido por una ley injusta. Un sistema democrático basado en la injusticia y en el privilegio de unos partidos sobre otros, de los territorios sobre los ciudadanos, es incapaz de tomar las decisiones justas para superar la crisis.

3. Separación efectiva de poderes y restauración de la autonomía del Poder Judicial acabando con la intromisión de los partidos políticos en la elección de sus órganos de gobierno, en el funcionamiento de la fiscalía y en la composición del Tribunal Constitucional. No olvidemos que la independencia de la Justicia es un factor clave para perseguir y acabar con la corrupción política.

4. Instauración de la igualdad efectiva de los ciudadanos con independencia del lugar donde residan mediante la restitución al Estado de las competencias necesarias para garantizar sistemas comunes de educación, sanidad y servicios sociales con las mismas prestaciones y calidad en todo el territorio nacional.

5. Superación de la provisionalidad y la indefinición de este modelo de Estado llamado autonómico mediante una reforma constitucional que configure un Estado central fuerte, con competencias exclusivas y unas CCAA con sus propias competencias y capacidad legislativa claramente definida. Un modelo de Estado solvente y justo, que acabe con los privilegios fiscales, y en el que prime la cooperación y el principio federal frente al particularismo y la disgregación.

6. Reforma del mercado laboral para acabar con la dualidad entre trabajadores protegidos por los derechos tradicionales y eventuales a la intemperie, imprescindible para luchar contra el paro juvenil, la fuga de cerebros a otros países, la injusticia laboral y las dificultades de las empresas para contratar trabajadores.

7. Derogación de las normas intervencionistas que han acabado con la unidad de mercado y la movilidad de profesionales, empresas y trabajadores, facilitando el crédito y el apoyo fiscal a los nuevos emprendedores, y propiciando el desarrollo de sectores emergentes como el mundo digital 2.0 mediante una nueva Ley de Propiedad Intelectual acorde con la realidad tecnológica y cultural.

8. Eliminación de todas las duplicidades administrativas responsables del déficit público y de la proliferación incontrolada de entes públicos y empresas innecesarias o ineficaces.

9. Iniciativas de transparencia y lucha contra la corrupción a todos los niveles, haciendo efectivo el derecho de acceso público a la información de todas las instituciones políticas, incluyendo los sindicatos y partidos políticos, e instaurando los mecanismos de control y evaluación que permitan mejorar la eficacia de las administraciones y servicios públicos y de las subvenciones y ayudas públicas.

10. La crisis ha demostrado la necesidad de que la Unión Europea sea mucho más que una inestable unión monetaria donde primen los egoísmos nacionales sobre el interés común. Es imprescindible profundizar el compromiso de España con la construcción de una Unión Europea que sea una verdadera unión política, capaz de intervenir con eficacia y equidad en una crisis que, como la actual, desborda con mucho la capacidad de respuesta de los Estados tradicionales.

Más Europa es más federalismo y menos nacionalismo; más política y menos egoísmo. Como la España que propugnamos con estas reformas: una España con más igualdad y menos privilegios; con más cohesión y menos fronteras interiores. Con más libertad y más democracia.

Presidente, terminé mi intervención hace un año con las siguientes palabras: “sepa usted -no se equivoque- que aunque aún no hayan salido a la calle, hay millones de españoles sin complejos que no van a permitir que usted ningunee sus derechos, nuestros derechos. Insisto en que hay millones de españoles que sabemos que sin ley constitucional -sin esa que usted quiere vulnerar- no hay democracia”. ¿Le suena?

Hemos perdido un tiempo precioso mientras usted se aferra a la Moncloa para darle a su candidato la oportunidad de que deje de ser visto como el eterno número dos. Presidente, no acaba usted de la peor de las maneras, tenga usted un gesto patriótico, piense por una vez en su país en vez de en su partido. Recupere la competencia que le ha transferido al PNV y permita que el conjunto de los españoles decidamos sobre nuestro futuro. Convoque elecciones.

¿SE PUEDE DECIR MÁS CLARO?

domingo, 3 de julio de 2011

¡TODOS A UNA!

Como apuntaba el ilustre historiador a la par que político Don Antonio Canovas del Castillo "No hay más alianzas que las que trazan los intereses, ni las habrá jamás".

Tras las elecciones llega el meollo de la cuestión...LA PASTA...

Recordamos todos los alardes y promesas realizadas por los diferentes partidos durante la campaña electoral sobre la necesaria austeridad, el mejor control de las administraciones públicas, una gestión eficiente, etc.

Curiosamente una vez celebradas las elecciones, este tema tiene matices.

Porque sí bien, algunos partidos, como UPyD, en cuanto han tenido la más mínima oportunidad, han aplicado lo que defendían en su programa electoral, véase por ejemplo, nuestra actitud en el ayuntamiento de Madrid o en la asamblea de la Comunidad, otros, parece que ya se han olvidado de sus compromisos. O a lo peor, es que entienden que todo el mundo debe apretarse el cinturón, salvo ellos.

Ayer me desayuné con la noticia de que a pesar de lo mal que se llevan unos con otros y que en cuanto pueden se tiran a la cara sus vergüenzas haciéndolo de modo publico y notorio, o sea, utilizando sus respectivos medios de comunicación, pues bien, a pesar de ello, se han puesto de acuerdo TODOS para aumentarse la subvención procedente de la Institución . Y estoy hablando de los partidos que obtuvieron representación parlamentaria en Les Corts en las ultimas elecciones, dígase, PPCV, PSPV, Compromis y EU.

Estas subvenciones, que no son moco de pavo, casi 4 millones de euros al año, tienen como fin que se puedan contratar asesores y empleados por parte de los grupos parlamentarios. Cosa que podría estar bien, pero ¿porqué se queda fuera esta partida de lo que debiera ser el primer ejemplo de austeridad ante los ciudadanos?

Y lo peor...la opacidad...¿les da vergüenza y por ello se negaron a informar de ello? ¿Donde está la tan cacareada transparencia?

Para que os hagáis una idea, del bolsillo del contribuyente van a salir, 745.000 euros al año para el PP, 465.000 para el PSPV, 177.000 € para Compromis y 360.000 euros para EU.

No estoy criticando que los grupos parlamentarios puedan recibir algún tipo de ayuda económica...lo que no me gusta es que hablen de austeridad al mismo tiempo que incrementan estas partidas en un 10% y que presuman de transparencia para luego intentar sustraernos la información.

Al final, los refranes de la calle acaban por ser ciertos...¿recuerdan aquel de " en qué es en lo único en lo que se ponen de acuerdo los partidos políticos"?

¿Donde está esa mejor gestión?,¿ donde está la transparencia?, quizá en las entrelineas del folleto electoral de turno, perdido en el cajón de algunas sedes políticas.

Lo dicho, ya nos vendieron el pastel magníficamente envuelto, ahora que nos lo hemos comprado y empezamos a desenvolverlo empiezan las sorpresas. Porqué estáis sorprendidos, ¿verdad?

Y es que ¡la PASTA es la PASTA!

jajajajaja