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sábado, 31 de diciembre de 2011

2011, UN AÑO INOLVIDABLE

Como suele ser normal, llegadas estas fechas, es casi una obligación echar la vista atrás e intentar reflexionar un poco sobre lo que hemos vivido en esos 365 días.

Un contexto económico complicado y por consecuencia, el asomo de los primeros síntomas de una crisis social inminente que se prolongará algunos años más, han sido el caldo de cultivo en el que nos hemos desenvuelto durante todo este ejercicio.

Si a ello, le añadimos las dos citas con las urnas a las que nos hemos visto confrontados la mayoría de los españoles, una prevista y la segunda, sobrevenida, aunque no por ello inesperada, podremos concluir inmediatamente que 2011 ha sido un año de cambios importantes en las instituciones que nos gobiernan. En unas primeras elecciones, municipales y autonómicas, en gran parte del país se cambió de gobernantes, más por desmérito del PSOE que por méritos del PP. Y en las que acabamos de salvar hace un mes, el gobierno de la nación ha pasado a manos del presidente Rajoy, tras la terrible derrota infligida al PSOE.

Merece la pena detenerse aunque sea solo un momento en el caso particular de nuestra Comunitat Valenciana que está siendo gobernada ya desde hace más de tres lustros por el PP, con implicaciones serias de algunos de sus dirigentes en tramas de corrupción, con una tasa de desempleo del 25%, con unas deficiencias de gestión que han provocado el retraso en los pagos o incluso directamente el impago de la Administración Valenciana a muchos de sus proveedores, con muchos de nuestros chavales estudiando en barracones, con despilfarros evidentes en macro eventos o en inversiones sin viabilidad alguna como Terra Mitica o con una televisión autonómica publica tendenciosa, ineficaz y deficitaria. Pues bien, a pesar de todo ello, el PP revalidó su representación incluso mejorándola en cuanto a escaños se refiere.

En medio de estos cambios políticos en el seno de la mayoría de las instituciones españolas, emerge una nueva fuerza ciudadana a través de un partido como es UPyD. Tras cuatro años de existencia, UPyD deja de ser una expectativa para convertirse en una esperanza cierta. Los ciudadanos en las dos convocatorias electorales dan prueba de ello. Por fin un partido político de ámbito nacional que sin ambages de ningún tipo recupera para el vocabulario habitual, palabras como coherencia, honestidad, justicia, transparencia, ética, unión, España y sobre todo y por encima de todo, la de CIUDADANO.

Hoy somos una realidad, 2011, será inolvidable para UPyD, porque es el año que nos ha dado la posibilidad de poder hacer realidad aquello que llevamos defendiendo desde nuestro nacimiento. Es cierto que no podremos hacerlo como gobernantes, parte importante de la fuerza de los votos recibidos se esfuma por la alcantarilla de una ley electoral injusta, pero lo haremos desde la oposición. Y no seremos pocos, 2011 nos ha otorgado 152 concejales, 8 parlamentarios autonómicos y 5 diputados nacionales. Ellos son la punta de lanza de una nueva forma de entender la política. Una nueva actitud a la que hoy se apuntan los dos viejos partidos, que, con una sentido importante de camaleonización al respecto de nuestras propuestas están incorporándolas a sus políticas. Os aseguro que no nos molesta, al contrario, es un triunfo de la perseverancia de UPyD y de la coherencia de nuestras proclamas. Es el triunfo de la lógica ciudadana.

Por eso 2011, será un año inolvidable para UPyD y estoy convencido que lo será aun más para la ciudadanía en general. Un día, echando un vistazo a los anales de la política española, recordarán con cariño y simpatía, que fue el año en el que muchos ciudadanos a través de UPyD recobraron el protagonismo y retomaron las riendas de su futuro.

martes, 20 de diciembre de 2011

ETICA Y LEGALIDAD O ¿QUÉ FUE PRIMERO EL HUEVO O LA GALLINA?

Muy mal empezamos si el señor Rajoy va a conducirse, en su etapa como gobernante, intentando obviar temas esenciales de nuestra vida democrática, temas vitales. Está bien y es muy socorrido a la par que una perogrullada, afirmar que lo fundamental es la parte económica, que lo que le preocupa es que los españoles encuentren trabajo y consigamos reducir, si no anular, los efectos de esta maldita crisis en Europa y por tanto en España. Así es, lo económico es vital, pero que no nos pretenda confundir, porque una cosa no es óbice, más bien al contrario, para que abordemos temas políticos. Para que cojamos el toro por los cuernos, por ambos, incluido el de nuestro alto déficit democrático tras el saqueo a nuestros pilares fundamentales, como por ejemplo el de la separación de poderes.

Desde UPyD llevamos tiempo diciendo que la crisis en España nos ha sacudido doblemente, por su propio contenido económico pero también y mucho, por nuestra genuina y particular crisis política. Ya que, probablemente, si los mecanismos de control que nuestra democracia prevé hubiesen actuado, es decir, hubiesen cumplido su función, los daños hubiesen sido mucho más limitados. Y de ahí la importancia de que volvamos a dotarles de contenido, que vuelvan a recuperar el protagonismo que se les ha usurpado con el paso del tiempo y la connivencia de los viejos partidos españoles.

No toleraremos que ocultándose detrás del manto de la preocupación económica, el futuro Presidente Rajoy, relegue otros temas que son la esencia de la democracia. Y, por eso, ciertamente por eso, ayer le resultó tremendamente incomoda la intervención de nuestra Portavoz.

Es fácil apuntar cínicamente que la Ley Electoral ha sido aprobada democráticamente y por eso goza de la legalidad suficiente para mantenerse inalterable, claro. Y así seguirá mientras de él dependa, porque me parece que Mariano ha olvidado la diferencia entre lo legal y lo ético. Es muy típico alegar legalidad cuando se sabe de la inexistencia de la ética, ya que mientras no se modifique esa ley, permanecerá invariable el mismo sistema que provocará que perpetuamente decidan aquellos que no quieren que la ley Electoral se transforme en una norma de mayor contenido ético y por tanto, más justa.

Así que no puedo evitar evocar una reciente campaña electoral difícil para los pequeños partidos, como el nuestro, ya no solo por la diferencia de presupuestos sino sobre todo por el acaparamiento mediático y el permanente silencio al que nos condenaron los dos viejos partidos. Claro que no les interesa modificar la ley. Mientras exista podrán pavonearse diciendo que es ley, olvidándose de pensar en los ciudadanos y sobre todo, procurando que no tengamos acceso alguno a poder modificarla.

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿La ley electoral que impide mayor representatividad de los ciudadanos y con ello imposibilita que pueda ser modificada o quienes la defienden invocando su legalidad porque ellos mismos la aprobaron? Creo que la respuesta es obvia…mientras estén los mismos que están gracias a su formulación tan poco justa, seguirán defendiendo su legalidad y eternizándose en las instituciones ante la impotencia general de los ciudadanos.

No le gustó nada a Rajoy la intervención de Rosa Díez. Lógico, UPyD volvió a sacar las vergüenzas de nuestro sistema y qué desagradable es querer hacer política de vitrina cuando la despensa está por limpiar.

martes, 6 de diciembre de 2011

FELIZ CUMPLE, CONSTITUCION!!!!

Son 33 años de vida, curiosamente, para algunos, este periodo de tiempo equivale al paso de una generación. Es decir, estamos hablando de una primera generación completa de españoles viviendo bajo el manto de nuestra ley suprema. Debemos felicitarnos por ello, es un éxito de toda la sociedad, de los que estuvieron, los que están y los que estarán. La Constitución ha sido el testigo que hemos ido agarrado muy fuerte entre nuestras manos y transmitiéndonoslo unos a otros con el ánimo de no tropezar, de no reducir nuestra velocidad para llegar quizá, algún día, a la meta de una sociedad más justa, más libre, menos desigual y más plural.

Hoy, la carrera, nuestra carrera como sociedad, peligra, ¡múltiples síntomas nos dan la señal de alarma! Es necesario reaccionar y la C.E. es uno de los instrumentos para hacerlo.

Nuestra C.E. en su título preliminar, el artículo 1, proclama un “Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.

Creo esencial que especialmente hoy, reflexionemos sobre este articulo baluarte de la C.E. Merece que lo diseccionemos y analicemos algunos de los conceptos que enuncia. Lo haremos de modo sucinto, no es este el mejor momento para las grandes teorías del derecho positivo que deben ceder protagonismo al pragmatismo necesario para poder afrontar una situación económico-política grave y que nos produce a todos gran desasosiego. Porque la crisis está, pero es doble, política y económica. Y cuando ambas se combinan qué raro es que no aparezca la tercera, la crisis social.

¿Estado social y democrático? La reducción de las pensiones, el copago médico, la reducción de los presupuestos en materia educativa, las reducciones de salarios de los funcionarios, las difíciles condiciones laborales, la precariedad en el empleo, etc. Todo esto, teniendo en cuenta la modificación de la C.E. por pacto entre los dos viejos partidos, PPSOE, imponiendo el llamado techo de gasto o del déficit público. ¿Es esto social? Curiosamente aquí sí han estado por la modificación.

Somos muchos los que pedimos una modificación de la C.E. en otros puntos que hoy sí se han convertido en algo del pasado, algo que retrasa nuestra velocidad de crucero, cargando a los ciudadanos de un déficit democrático importante. Por ejemplo, el modo en que se eligen los miembros del Consejo General del Poder Judicial, los del Tribunal Constitucional, al Fiscal General del Estado, etc. Las dificultades existentes en nuestra C.E. para que la ciudadanía pueda participar más activamente en las decisiones políticas, véanse el referéndum consultivo o la iniciativa legislativa popular. ¿Acaso no es esto acercarse a un estado democrático mucho más respetuoso, en este caso, con la separación de poderes?

¿No nos permiten estas reformas ser más libres como ciudadanos? ¿Porqué no comenzar a abordarlas?

¿Y no será más justo y más cercano a la igualdad de todos los ciudadanos, definir claramente el reparto de competencias entre administraciones y así lograr un ahorro sustancial en las arcas públicas? ¿O la supresión de disposiciones que como la de Navarra o la de los derechos forales, no hacen más que incrementar la desigualdad?

Por ultimo, pero no menos importante, ¿no será más plural una ley electoral que recoja con mayor generosidad y justicia las diferentes sensibilidades políticas de los ciudadanos españoles? Una ley por la que cada voto valga lo mismo.

Quizá me haya extendido demasiado a pesar de que no era mi intención, pero el día 6 es un día grande. Es el cumpleaños de nuestra norma mas querida. Norma que está viva y al servicio de la democracia española. ¡Y solo me he detenido en el artículo 1!

No la encorsetemos para utilizarla como arma en defensa de privilegios, démosle alas para que sea el armazón del progreso de España. Una España progresista en la búsqueda de lo mejor para sus ciudadanos, democrática y sin miedo al futuro.