EL FLAUTISTA DE HAMELÍN

Los límites se superan día a día. El hastío gana la batalla por momentos. Los ciudadanos se sienten atropellados, vapuleados, ninguneados y sobre todo, hartos.

Es intolerable que asumamos con total naturalidad, nosotros y los medios de comunicación, que una remodelación de gobierno pueda hacerse no con el fin de mejorar la acción gubernamental sino con el de satisfacer las expectativas del partido, de las personas que lo dirigen o ya en el súmmum de la desesperación, con el objetivo de obtener una bocanada de aire electoral.

Porque es evidente que esta crisis gubernamental, una vez desgranada, nos lleva a las siguientes conclusiones:

El presidente del Gobierno, en cualquier caso, si puede evitarlo no dice la verdad. Porque si la remodelación ya estaba prevista con antelación, mintió en Ponferrada el domingo pasado, al asegurar que no habría cambios. Y si ha sido una decisión improvisada sobre la marcha, pues todavía peor, casi prefiero una mentira piadosa que un quiebro de funambulista sin red y con altas posibilidades de caer al vacío. Aunque la verdad, la sensación de vértigo hace años que la tenemos. Lo que me cuesta dilucidar es si es debido a una montaña rusa o simplemente a un alambre enclavado en las alturas de la falsedad política.

Zapatero, es un tipo agradecido. A la ex-Vicepresidenta De la Vega la ha recompensado con un puesto como miembro permanente en el Consejo de Estado. Eso sí que es un retiro dorado y de nuevo, nos hace partícipes de lo mucho que le importan las instituciones y lo que representan. Y es que se lo debía, con todos los marrones que se ha comido la pobre. Favores con favor se pagan.

A las ex ministras, instaladas en el ostracismo más absoluto de sus insulsos ministerios de la desvivienda y del igual da, pues les ha devuelto la vida con un papel de segundonas en la película de ciencia ficción que es este nuevo Gobierno entrante. Serán meras comparsas, pero seguro que bien pagadas.

A la devota y kamikaze Trinidad Jiménez la ha encumbrado a los altares del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, sacrificando al tierno Moratinos, que no pudo reprimir su pesar y echó unas lagrimitas. No sé de qué se preocupa el ex-ministro y más conociendo al presi, alguna cosita tendrá preparada para él y si no al tiempo. Para Trinidad, un ministerio sin trascendencia y así agradecer servicios prestados. Total para lo que ha servido en los últimos tiempos qué más da quien lo ocupe.

Y en el capitulo de agradecimientos, no podemos obviar a nuestra estimada Leire Pajin, ejemplo de lo que es servir al partido por encima de cualquier cosa. Le debe venir de familia porque, desde luego, se les nota a todos los Pajin lo mucho que les concierne la vida pública y lo que se sacrifican por ella. Llegando incluso a darse de baja en el Partido Socialista para poder llevar adelante su abnegada tarea para con los ciudadanos. Tarea limpia y honesta, transparente y coherente.

Pero el presidente, lamentablemente, también es alguien interesado. Y le cautivan varias razones. Le atrae controlar al partido y que no se le desmadre. Para ello 'rubalcabazo' y adelante.

Le gusta recuperar las viejas glorias para que no se le enfaden como Felipe o Alfonso y, para ello, de la chistera se ha sacado a Ramón Jáuregui y de paso ha contentado a los amigos del PNV. Quien sabe si no ha sido cosa de ellos durante el mercadeo de los presupuestos. Son ilustrativas sus muestras de alegría ante el nombramiento del ministro de la Presidencia.

También le agrada tontear con diferentes novias: ayer los empresarios, hoy los sindicatos. Anteayer, una política económica infantil y carente de fundamento, repleta de dádivas; ayer, una de máximo rigor económico para afrontar la crisis. Me da la risa solo de pensarlo y hoy, otra vez, llamando al balcón de la pretendiente despechada, los sindicatos. Eso sí, nunca hubo crisis aunque todos la apreciáramos y cuando aceptaron que la crisis existía ya estábamos abocados al desastre económico.

Pero lo que realmente le chifla al presi, son los cambalaches en periodos electorales y la emoción del “rien ne va plus” de la ruleta. Estoy pensando en la ruleta de siempre, la de nuestros casinos, no en la rusa, no se me confundan. Aunque a veces parece que esté jugando a eso con los intereses de los españoles. Ya lo dijo el otro día cuando afirmó que “un año y medio es mucho en política”.

Y esto lo podemos interpretar como, “no duden de mí, prepárense para mis nuevos números, estoy listo para deslumbrarles con mi espectáculo. Españoles todos, maravíllense con mi magia, queden estupefactos ante mi capacidad de improvisación. Apasiónense por mis fábulas, sean mis ratones y déjenme a mí ser el flautista de Hamelin”.

Amigos, de verdad, es hora de reaccionar, es el momento de exigir a nuestros gobernantes y políticos en general que dejen de tomarnos por ratones. Y nosotros debemos demostrarles que ya no nos engañarán más. Que estamos creciendo y madurando y que sus espectáculos de tres al cuarto ya no provocan nuestros aplausos. Que reciban nuestro abucheo, nuestro silencio. Que sepan que no solo somos carne de urna y que queremos política en mayúsculas y no de primera regional.

Os animo a dar un paso adelante y a aproximaros a UPyD, hoy más que nunca somos una alternativa necesaria, somos el futuro porque nos lo creemos y en el creemos. Así, hasta que un día sepamos que ya no es necesario este partido, que hemos llegado al final de nuestro camino porque habremos recordado a los ciudadanos algo esencial, el respeto a si mismos.

Dejemos al flautista de Hamelín que haga su camino solo y despidámosle poco a poco, primero en las elecciones autonómicas y locales y después en las generales. Que monte su circo particular con sus marionetas en otro país, no en el nuestro.