TONI CANTÓ

De momento ya no eres un actor. Lo siento Toni, eres un político y de raza.

No voy a entrar en cómo defiendes los temas allí donde toca ni en la facilidad que tienes para “conectar” con tantos y tantos ciudadanos. Ya no te digo cuando se produce la combinación entre Rosa y tú. El coctel es explosivo. Y esto lo puedo atestiguar ya que he tenido la oportunidad y la suerte de vivirlo directamente y a vuestro lado.

Lo que estoy escribiendo no pretende ser un homenaje a tu persona. Ni siquiera lo necesitas. Es más un humilde escrito por el que quiero decirle a todo el mundo que me impresionaste de verdad el jueves pasado en Valencia. No tuvimos la oportunidad de hablar demasiado. Estuve pendiente de tu discurso que como siempre fue cercano y envolvente.

Pero hubo algo que me llamó poderosamente la atención. Y fue tu mirada. Esa mirada un poco triste,  un poco desconcertada. Y me quedé con ella.

La verdad es que desde el jueves ando dándole vueltas a esa mirada y perdona mi atrevimiento, pero a través de mi blog quiero darte ánimos. Ánimos como compañero de fatigas porque sé lo que estás pasando, te lo aseguro. Ánimos porque has demostrado que eres un político de raza como ya he dicho, pero por encima de todo, eres una persona honesta que realiza una labor impresionante. Pocos saben de tu dedicación, de tu esfuerzo, del trabajo diario en las diferentes comisiones, de cómo te pegas por todos, de cómo intentas convencer con nuestros argumentos a personas que ya de salida están del “otro lado”.

Quiero agradecerte desde aquí la labor ejemplar que estás realizando, como ciudadano- actor transformado a representante público. Como persona de de a pié que quiere hacer llegar a las instituciones el sabor de la sociedad. En todos sus matices.

Tienes mi apoyo, tienes el apoyo del Consejo Territorial de la Comunitat Valenciana y tendrás siempre nuestro respaldo. Y sobre todo nuestro agradecimiento.

Pero por favor, alegra esa mirada. Que no te afecte un pequeño incidente del que solo pretenden obtener rédito aquellos que te temen. Aquellos que saben que pisas fuerte, que cada vez somos más y cargados de razón.

Haz que triunfe el sentido común, la cordura y no dudes ni un instante que llegaremos a la meta que no es otra que un mejor futuro para nuestros hijos.

¡Un abrazo compañero!